Ayudar a los jóvenes irlandeses a imaginar un futuro en STEM

Una joven estudiante construyendo un robot

Los investigadores en educación han descubierto en Irlanda que la brecha en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) aparece ya en la escuela primaria. Según un estudio realizado en el Reino Unido, el 27% de los jóvenes de 11 a 17 años -la mayoría de ellos en escuelas y comunidades con pocos recursos- tienen un bajo "capital científico", definido como aspiración y compromiso científicos. Según Niall Morahan, fundador de STEMpathy, las chicas de clase trabajadora tienen más probabilidades de perder el interés por las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en torno a esta edad; tienen un 50% menos de probabilidades de cursar estudios de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas y un 80% menos de seguir una carrera profesional en este campo.

Atraer a todos los alumnos a la ciencia y la ingeniería del mundo real

Morahan fundó STEMpathy para involucrar a estudiantes de todos los orígenes y estilos de aprendizaje en la ciencia, la ingeniería, la tecnología y las matemáticas en la edad crítica de 10 a 12 años, y Microsoft proporcionó una subvención para apoyar su trabajo. "La educación se dirige actualmente a un determinado tipo de alumnos", explica Morahan. "Otros se quedan fuera debido a la desigualdad y la desventaja sistémicas o a los diferentes estilos de aprendizaje". Para llegar e inspirar a todos los estudiantes, Morahan se asoció con otros diseñadores para desarrollar Fiosracht ("curiosidad" en irlandés), un módulo de aprendizaje que reúne a estudiantes y profesionales de STEM para resolver problemas del mundo real.

El primer día, la clase se reúne con expertos como un funcionario de la unidad de Planificación Urbana de Dublín y un ingeniero de Microsoft. Estos expertos plantean a los alumnos un reto real que deben resolver y les explican cómo está cambiando el mundo, a qué retos de planificación se enfrentan y qué hacen en su trabajo para superarlos. Por ejemplo, en el proyecto piloto de Dublín Oeste, un funcionario de urbanismo retó a los estudiantes a diseñar la ciudad del futuro: Dublín 2050. Los estudiantes debían diseñar viviendas, transportes y ropa teniendo en cuenta el cambio climático y el crecimiento de la población.

Tras esta presentación inicial, los estudiantes eligen un reto para abordarlo juntos. Un diseñador o ingeniero trabaja junto a ellos para guiar su pensamiento y ofrecer recursos, pero los estudiantes toman la iniciativa. El proceso de diseño comienza con la empatía, ya que los alumnos imaginan las necesidades humanas que están resolviendo. Una clase, por ejemplo, intentó realizar tareas sencillas con gafas empañadas y guantes cubiertos de vaselina para comprender mejor los retos de las personas con visión y destreza limitadas.

A continuación, los estudiantes crean prototipos de soluciones utilizando recursos STEM. El pensamiento de diseño es una parte importante del programa: los estudiantes aprenden que no hay enfoque equivocado porque los errores son una parte valiosa del proceso de diseño.

Por último, los estudiantes exponen su trabajo a la comunidad escolar, desarrollando sus habilidades de presentación y recibiendo comentarios de expertos sobre sus ideas.

En la actualidad, la educación se dirige a un determinado tipo de alumnos. Otros se quedan fuera debido a la desigualdad y las desventajas sistémicas o a los diferentes estilos de aprendizaje.

-Niall Morahan, fundador de STEMpathy

Inspirar a la próxima generación para que imagine su futuro

El proyecto Fiosracht de STEMpathy involucra a los estudiantes al crear una comunidad, tanto entre ellos como con el mundo más amplio cuyos problemas están imaginando y resolviendo. "Los conocimientos y la motivación de los alumnos se activan cuando tienen un proyecto aplicado", observa Morahan. "Seguimos escuchando a los profesores que alumnos que nunca habían dicho nada en clase ahora estaban de repente motivados y lo hacían bien".

El carácter abierto del proyecto también activa la creatividad de los estudiantes. El concejal Guss O'Connell, del Consejo del Condado del Sur de Dublín, señala: "Lo que me gusta especialmente de Fiosracht es que no tiene límites. El mundo futurista imaginado y producido en forma de maqueta por los jóvenes es simplemente fantástico. Los mentores adultos estaban allí para ayudar y apoyar, pero definitivamente no para juzgar o construir límites o barreras. Y funcionó". El pensamiento creativo capacita a los estudiantes y los posiciona para futuras funciones de liderazgo.

STEMpathy ya ha puesto en marcha el programa Fiosracht en cuatro escuelas piloto del oeste de Dublín, llegando a 500 niños. El objetivo es llevar el programa a las 300 escuelas que participan en la iniciativa del Ministerio de Educación irlandés "Delivering Equality of Opportunity in Schools" (DEIS), para llegar a 32.000 niños directa o indirectamente. Con una subvención de Microsoft, STEMpathy podrá crear versiones digitales de la formación y desarrollar materiales para ayudar a los profesores a llevar el programa a sus aulas. STEMpathy está previsto que se expanda a nivel nacional como parte del programa Digital Wealth, fundado por la Dra. Katriona O'Sullivan de la Universidad de Maynooth e impartido en colaboración con Microsoft Education Ireland. Esta próxima iteración de la entrega en el aula ayudará al equipo de STEMpathy a racionalizar el plan de estudios y hacerlo digitalmente entregable.

Con esta ampliación, STEMpathy podrá aumentar el capital digital de un número aún mayor de estudiantes que, de otro modo, no verían un papel para ellos en la configuración del futuro.

Lo que más me gusta de Fiosracht es que no tiene límites.

-Guss O'Connell, concejal del condado de Dublín Sur