Conociendo a los empleados de los centros de datos: Jack Lim
El éxito de Microsoft depende de nuestra gente. Nos enorgullece presentarte a algunas de las personas con talento de tu comunidad que trabajan en nuestros centros de datos globales. Descubra qué les inspiró a seguir una carrera en el sector tecnológico, los diferentes caminos que siguieron y cómo es un día en la vida de un empleado de un centro de datos.
Presentación de Jack Lim Chee Chek
Técnico de centro de datos
Johor Bahru, Malasia
Empleado desde mayo de 2021
Los primeros días
"Jack" Lim Chee Chek nació y creció en Kuala Lumpur, la capital de Malasia, junto con sus tres hermanos mayores. Su hermano, un experto en tecnología que siempre le dejaba jugar a Luigi en Super Mario Bros, también le introdujo en el mundo de la programación. Durante su época escolar, Jack participaba con avidez en varias actividades extraescolares, con especial predilección por la programación. También desarrolló un gran interés por aprender nuevos idiomas y experimentar en la cocina.
El camino hacia la tecnología
Mientras cursaba su licenciatura en TI, Jack comenzó su formación como ejecutivo de TI en Iverson Associates, un socio de Microsoft Learn, y consiguió un puesto a tiempo completo tras su graduación. En sólo tres años, ascendió al puesto de ejecutivo senior y se convirtió en formador certificado de Microsoft, lo que le permitió inspirar a un público más amplio y afectar a más personas en el campo de la tecnología. En su papel de formador técnico, desarrolló e impartió cursos de TI, asegurándose de que cumplían las normas del sector. Este papel alimentó aún más su entusiasmo por la industria tecnológica.
Para sumergirse por completo en la infraestructura de la nube, Jack optó por unirse a Microsoft como técnico de centros de datos. Este puesto le permitió explorar las complejidades de las operaciones del centro de datos, además de adquirir experiencia en hardware, componentes y procedimientos operativos. En los últimos tres años, Jack ha perfeccionado sus habilidades y ha consolidado sus objetivos profesionales en el sector tecnológico.
Superpoderes
Jack se motiva a sí mismo y posee el superpoder de la resiliencia. A lo largo de su carrera, se ha adaptado a diversas funciones y entornos, prosperando constantemente a pesar de los cambios y los retos. Su paso de ejecutivo de TI a formador técnico y a técnico de centros de datos pone de manifiesto su capacidad para dominar distintos aspectos del sector tecnológico.
Jack tampoco se limitó a su papel de técnico, sino que buscó activamente la superación personal. Su ambición le llevó a participar en el Programa de Experiencia Profesional en Operaciones e Innovación en la Nube (CO+I) como Gestor de Proyectos del Centro de Datos de Movilización Regional , una experiencia de inmersión de 90 días gestionando y apoyando las operaciones del centro de datos local.
La resistencia de Jack no se limita a su vida profesional, sino que se extiende también a sus experiencias personales. Ha vivido en varias ciudades de Malasia, y cada transición ha enriquecido su perspectiva y mejorado su capacidad de adaptación.
Un día en la vida
Jack empieza el día dejando a sus hijos con la niñera de camino al centro de datos. Al llegar, empieza con una taza de café mientras revisa su correo electrónico para estar al día de cualquier mensaje nocturno, teniendo en cuenta las operaciones globales de Microsoft y las distintas zonas horarias. A continuación, asiste a una reunión de sincronización del equipo para esbozar las tareas del día, haciendo hincapié en el compromiso de seguridad "Nadie sale herido". Tras la reunión de la mañana, suele ocuparse de la capacidad de servicio para los clientes. Después del trabajo, se va a casa a disfrutar del resto del día con su familia.
Comida favorita de la infancia
Jack aprecia profundamente el nasi lemak, un apreciado plato malasio. Se deleita con su sencillez y sus ricos sabores: anchoas crujientes, cacahuetes tostados, huevo cocido, sambal picante y crujientes rodajas de pepino, todo ello complementado con el aromático arroz de coco. Durante sus años escolares, su madre solía comprarle nasi lemak envuelto en hojas de plátano a la salida del colegio. La mezcla de estos ingredientes evoca recuerdos nostálgicos del afecto materno y de la infancia.
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